La receta Etcheberry para reducir la evasión en los 90 y las dudas sobre si resultará en el actual escenario
En su primer paso por el SII, el ingeniero aplicó medidas como obligar a bancos a informar intereses financieros, cambiar el sujeto del IVA y poner en la calle masivamente a fiscalizadores. Hoy, los desafíos son la alta informalidad, la digitalización de la economía y el auge de las bandas de crimen organizado.
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Al recoger opiniones sobre la sorpresiva llegada de Javier Etcheberry al mando del Servicio de Impuestos Internos (SII), no son pocos quienes se remiten a su anterior paso por el organismo fiscalizador, entre marzo de 1990 y enero del 2002.
En dicho período, el ingeniero civil industrial de la U. de Chile y doctor de la U. de Michigan desplegó una serie de medidas para combatir la evasión, la elusión y el crimen organizado, llevando la tasa de impago del IVA desde niveles superiores al 30% al iniciar la administración de Patricio Aylwin, a menos del 20% en los albores de la gestión de Ricardo Lagos, cuando dejó el SII para asumir como biministro de Transportes y Obras Públicas.
¿Cómo se logró aquello? Exfuncionarios de esa época recuerdan un fuerte énfasis en la fiscalización en terreno, desplegando a los funcionarios en calles, ferias, centros comerciales y empresas.
“Etcheberry es una persona que privilegia mucho la calle. No le gusta ver a funcionarios en las oficinas, los prefiere en terreno”, explica un exalto directivo del SII que ha trabajado con el nuevo director subrrogante.
"Don Javier (como le dicen en la interna del servicio) es una persona que privilegia mucho la calle. No le gusta ver a funcionarios en las oficinas, los prefiere en terreno", confidencia un exalto directivo del SII que ingresó a trabajar en la época en que Etcheberry dirigió el servicio.
También hubo un uso masivo de la querella y la denuncia penal en casos emblemáticos, como al empresario Isidoro Palma en el caso Lozapenco; el narcotraficante Mario Silva Leiva (más conocido como el "Cabro Carrera") y el exejecutivo de Codelco Juan Pablo Dávila, por el fraude en operaciones de futuros de la cuprífera conocido como el "Davilazo".
Pero también se desplegaron medidas a nivel "micro", que hicieron una diferencia en materia de formalizar a contribuyentes y aumentar la cantidad de información que recibía el servicio para, así, cotejar ingresos efectivos con los declarados por los contribuyentes.
Quizá la principal -y por la que el SII fue incluso galardonado a nivel internacional- fue la implementación de la declaración de impuestos por internet, algo que hasta mediados de los 90 se realizaba tradicionalmente en formato papel. También, se implementó la declaración de impuestos prellenada, para ayudar a los contribuyentes menos especialistas en la materia y, así, que varios prescindieran de contadores. Esto permitió un mayor volumen de datos que fluyeron hacia el SII, consolidar una base de datos estadística de contribuyentes y así afinar los cálculos de evasión en IVA e impuesto a la renta.
"Cuando llegó Etcheberry los formularios de renta se vendían en los kioscos, pero él lo digitalizó todo después. Fue muy visionario en ese sentido", recuerda un exdirector del SII.
Otro ajuste relevante se realizó en 1995, con el cambio del sujeto del IVA. Por ejemplo, antes de esta medida un agricultor que producía bienes y los comercializaba no era contribuyente de IVA, por lo que no se emitían documentos tributarios y esa actividad estaba "en negro", no formalizada. Con el cambio de sujeto, el comerciante que le compra productos al agricultor debe retener el IVA y emitir los documentos fiscales respectivos, lo que puso en el radar del SII operaciones que antes no eran gravadas.
Otro botón de muestra: a mediados de la década se instruyó a los bancos para que informaran los ingresos por intereses que percibían sus clientes, algo a lo que se opusieron algunas instituciones bancarias en su minuto. ¿La idea? Obtener mayores datos sobre rentas no tradicionales de parte de las personas.
"La ley decía que el servicio podía solicitar esa información a las instituciones financieras, pero nadie lo había hecho antes. Etcheberry fue pragmático y reinterpretó la normativa vigente en ese momento. Él no pregunta qué es lo que no se puede hacer, sino que su lema es ¿cómo puedo hacer esto?", recuerda un extrabajador del organismo a inicios de la democracia.
Al exdirector del SII entre 2013 y 2014, Alejandro Burr, le tocó ingresar a la repartición en la etapa final de la gestión de Etcheberry tras pasar previamente por dos bancos: "Me sorprendió el enfoque que se daba a la utilización de la tecnología y sobre todo a internet en el SII, que era muy superior a lo que se hacía en la banca en ese momento", rememora el ingeniero.
¿Se puede lograr hoy?
Hoy el desafío es diametralmente distinto al SII que recibió Etcheberry a inicios de los 90. La evasión del IVA nuevamente es un foco de preocupación, al bordear cifras en torno al 20%. La informalidad de la economía y el auge del crimen organizado en un mundo altamente digitalizado son otros de los grandes temas que deberá enfrentar la nueva autoridad.
El cambio de paradigma respecto a la Inteligencia Artificial (IA) y herramientas de gestión de datos deberían ser un factor "disruptivo" que impulse la modernización tanto por parte de las empresas, autoridades y los mismos contribuyentes, cree el socio líder en Consultoría Tributaria de KPMG Chile, Andrés Martínez.
"La implementación de nuevas tecnologías son clave para reducir la evasión y elusión, y lograr mayores montos de recaudación, sin tener que entrar en medidas que aumenten impuestos. Estas herramientas digitales permiten no solo reforzar la capacidad fiscalizadora del SII, sino también hacerla más eficiente mediante monitoreos en tiempo real y de forma permanente", complementa.
Hoy el comercio informal opera no sólo en las aceras de las calles, sino fundamentalmente en redes sociales y a través de medios de pago digitales, especialmente transferencias bancarias, expone el socio adjunto de Impuestos de EY Chile, Víctor Fenner. "En tal sentido, los sistemas de inteligencia tributaria del SII deberán ser capaces de moverse en ese ambiente digital, lo que implica necesariamente desarrollar métodos sofisticados de uso y análisis de big data -especialmente la información que, a partir de las últimas reformas legales, el SII ya empieza a recibir periódicamente de instituciones financieras- que permitan fiscalización remota que permita economías de escala relevantes a través de automatización"
Justamente en esta línea, la socia de Zúñiga Campos, María Celeste Angulo, ve que hay un espacio "real y significativo" para controlar de mejor manera el comercio informal, especialmente el realizado a través de medios digitales: "Podría por ejemplo ponerse el acento en la utilización de herramientas de fiscalización que actualmente tiene el SII y que se encuentran consagradas en la ley, como la facultad de exigir la utilización de sellos digitales para el control tributario de actividades específicas, y la facultad de exigir implementar sistemas de trazabilidad para la marcación de bienes determinados que se comercializan".
La cantidad de información de contribuyentes que hoy posee el SII es "abrumadora", opina el socio del área de Asesoría Legal y Tributaria de PwC Chile, Gonzalo Schmidt, por lo cual ve la necesidad de mejorar el aprovechamiento y uso de esos datos: "Lo relevante hoy es que la institución tenga las capacidades humanas y tecnológicas para poder procesar esa información adecuadamente, segmentar, realizar rankings de riesgo por contribuyente, detectar incumplimientos reiterados, foco en industrias riesgosas desde el punto de vista fiscal, etc. Para ello, se requiere no sólo recursos económicos en nuevas tecnologías, como Inteligencia Artificial, machine learning o big data, sino que buenos procesos de capacitación para funcionarios del SII y también para los contribuyentes".
La socia de Lembeye, Evelyn Sepúlveda, complementa que el análisis de los datos, la categorización de los contribuyentes y el levantamiento de los más riesgosos sigue basándose en algoritmos elaborados por personas, no por máquinas, "por lo que se vuelve muy importante el machine learning y cómo lograr que esta categorización no tenga sesgos.
"Por otro lado, si bien existe intercambio de datos bancarios y posiblemente se sigan ampliando las facultades del SII para acceder a la información bancaria de las personas, no toda la riqueza se maneja de esta manera. Están también los criptoactivos, que pueden tener un importante grado de opacidad", agrega.
Una visión similar tiene Gonzalo Ferraz de Andrade, abogado de Arteaga Gorziglia: "El SII cuenta con mucha información y atribuciones que le permitirían mediante cruces y declaraciones juradas más efectivas detectar gran parte de la evasión. La verdad es un tema de voluntad, la tecnología y las atribuciones las tiene".
César Gacitúa, socio de Tax & Legal en Deloitte Chile, cree que se requiere de "grandes esfuerzos y mucha coordinación" con las policías para combatir el comercio ilegal, pero adicionalmente se deberían implementar controles que permitan detectar y controlar a quienes realicen una actividad lucrativa que este enrolada en el SII, de manera que queden registros de sus clientes y proveedores. "También contribuiría que las transacciones de ciertos bienes y por ciertos montos se tuviesen que hacer con medios de pago oficiales distintos al dinero efectivo", plantea.
Burr considera que un "gran desafío" para aumentar la capacidad de fiscalización será lograr el levantamiento del secreto bancario, que puede ser una herramienta "crucial" para la fiscalización y disminución de la evasión. "Lo importante será que la forma en que se solicite la información y los controles que se realicen estén bien diseñados. De lo contrario, solo se logrará intimidar a los evasores temporalmente, mientras descubren que los controles son ineficaces, y se molestará a quienes cumplen con sus obligaciones", profundiza.